Ciclo para dos
Escuchando como el río encausa sus aguas agitadas
recostamos nuestros cuerpos germinantes
en la rivera dibujada
esperando la noche de luna llena.
Nuestras historias adornaron la oscuridad afortunada
acorralamos un satélite para dos
mientras su luz estallaba en nuestros estómagos
mariposeábamos nuestras miradas.
Era el inicio de nuestra historia creciente
revelada en nuestras pieles radiantes,
éramos como dos lunas con ojos brillantes reflejando las estrellas.
Prometimos no dejar caer los parpados hasta el amanecer
y cuando el sol dibuje la primera silueta de las montañas…
reproduciremos nuestro amor.
Entonces seremos dos soles jurando amarse toda la vida
hasta la muerte.