Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2007

FEDOR

FEDOR respóndeme... quédate junto a mí,  esta desvariada soledad me ronda día y noche,  no me dejes, aunque pretendes hacerlo lo sé.   Ya no observo el brillo de tus pupilas ni tus labios rojos,  tus manos ligeras están frías,  tus párpados sedantes se escapan,  no te vayas.   Fedor, ya no entras despacito por mi ventana a acariciar mi piel,  ya no observo tu sombra entre los árboles ni percibo tu dulce perfume,  Fedor, ¿dónde estás?   Seguro merodeas otro amanecer,  rocías flores en tierras lejanas,  cómo no entenderte Fedor si sacudí la miel de mi amargura entre tus entrañas; creo entender el silencio de tus palabras,  la amargura de tu no presencia.   Mas Fedor mío siempre serás mío de noche de día,  me acostumbrare a tus párpados dormidos a no sentir tu aliento te lo prometo,  pero no me dejes Fedor,  quédate acá donde siempre estuviste donde vestíamos nuestros sueños donde jugábamos a ser lo que nunca fuimos.    Fed